Saber Interactive, Paramount Game Studios y Stormind Games nos trajeron a PC y consolas, A Quiet Place: The Road Ahead, un juego catalogado de terror para un jugador, inspirado en la icónica franquicia cinematográfica, donde la supervivencia depende del silencio. El juego nos ofrece una narrativa ambientada en un mundo devastado por letales criaturas que dan cazan con al mínimo sonido. En este viaje sombrío, una joven debe enfrentarse al fin de la civilización, sobrellevar conflictos familiares, desafiar sus propios temores y sobrellevar su enfermedad y algo mas…

A Quiet Place: The Road Ahead: No podrás hacer ruido, ni dejar de jugarlo

A Quiet Place: The Road Ahead te pone en los zapatos de Alex, una joven con asma atrapada en un mundo apocalíptico donde letales criaturas cazan al menor sonido y la supervivencia depende del silencio. Desde el primer momento, el juego alterna entre el pasado y el presente para desvelarnos cómo comenzó esta tragedia, sumergiéndonos en la angustia y las dificultades de Alex mientras intenta proteger a sus familiares y sobrevivir en medio de conflictos emocionales y personales. La historia de Alex, se entrelaza con la de una humanidad diezmada. La amenaza es constante, y el silencio, tu única defensa. Acompaña a Alex en su lucha por sobrevivir.

Desde el instante en que tomé el control y activé la función de detección de voz, el juego capturó toda mi atención durante todo el juego. Cualquier ruido de mi micrófono podía desencadenar en la muerte, y no pude evitar inclinarme hacia adelante y gesticular cada vez que los sonidos me ponían en riesgo.

Las mecánicas de juego, fieles al universo de la película, nos obligan a jugar con sigilo y astucia. A medida que avanzas, se introducen distintas mecánicas que harán que cada paso esté cargado de estrategia y tensión. Desde lanzar objetos para distraer a las criaturas, buscar rutas alternativas, el uso de sacos de arena para amortiguar tus pasos, el empleo de escaleras de mano para acceder a nuevas áreas, cada acción requiere planificación y sobre todo silencio. Un rudimentario medidor de sonido nos permitirá visualizar el nivel sonoro del entorno y el que estamos realizando nosotros.

Aunque no innova radicalmente, A Quiet Place: The Road Ahead, utiliza la idea principal del sigilo y nos pone avanzar mientras abrimos puertas, cajones con el stick derecho, intentando hacerlo minimizando el ruido. Evitar tropezarnos con latas, hacer ruido en los charcos, y otros obstáculos ruidosos, son detalles que te mantendrán pegado al asiento.

La fragilidad de Alex, acentuada por su asma, se convierten en un enemigo adicional. Cada nivel será un desafío, especialmente las zonas polvorientas o cuando la cercanía de las criaturas nos ponga al límite. También el esfuerzo físico en ciertas tareas, pueden desencadenar ataques que nos pondrán al borde del abismo, obligándonos a buscar desesperadamente medicamentos e inhaladores para recuperarnos.

A pesar de tratarse de un juego lineal, cada nivel contiene objetos ocultos que puedes recolectar, manteniendo el interés en la exploración. Me encanta el nivel de pequeños detalles, como el tablón que se rompió inesperadamente mientras esperaba a que pasara la criatura, o la nota escrita por una niña en un lenguaje adolescente, con faltas (ejemp. K en vez de Que) de ortografía intencionales.

Gráficamente, el juego es un espectáculo visual. Los paisajes están meticulosamente diseñados, como los reflejos en los charcos y el uso de luces y sombras contribuye a una atmósfera tan cautivadora como aterradora. La posibilidad de la utilización de linternas y bengalas rojas, ofrecen algo digno de película de terror, aunque el temor a agotarlas me llevó a ser un tacaño en su uso. Más adelante sustituiremos la linterna a pilas, por una antigua linterna de dinamo, lo que dificultará aún más la tarea, ya que al recargarla emitirá un sonoro ruido. Además, explorar y encontrar las notas de otros supervivientes añadió una capa emocional inesperada. Cada fragmento rescatado revela sacrificios y gestos de humanidad de quienes intentaron resistir, reforzando la sensación de que aún en la catástrofe puede existir bondad.

La tensión se mantiene constante gracias a un diseño de sonido exquisito y una ambientación visualmente impactante. Los paisajes de día, los entornos de noche, los interiores de los diferentes espacios y la iluminación dramática, contribuyen a crear una atmósfera opresiva y a veces claustrofóbica. A menudo nos deslizaremos por conductos de ventilación, pensando que estamos a salvo, pero nada mas lejos de la verdad.

La atmósfera te atrapará, y la música y los efectos, acompañan cada escena de manera magistral. Lo único que me molestó en este apartado, es el sonido de advertencia que se nos hace al generar ruido; un detalle que si bien puede ser pesado si eres un poco ruidoso, refuerza la sensación de peligro inminente.

El juego se divide en once capítulos y me llevó alrededor de quince horas completarlo, considerando las veces que tuve que repetir secciones.

En conclusión, A Quiet Place: The Road Ahead sobresale visualmente, con una historia de supervivencia emocionante y llena de momentos de angustia que se disfruta de principio a fin.

A Quiet Place: The Road Ahead está disponible en PC, PlayStation 5 y Xbox Series X|S, en formatos digital y físico. ¡Guarda silencio para sobrevivir!