Análisis Dollhouse: Behind The Broken Mirror: Cuando el Terror Psicológico se Rompe en Mil Pedazos

Análisis Dollhouse: Behind The Broken Mirror: Cuando el Terror Psicológico se Rompe en Mil Pedazos

Hoy ponemos bajo la lupa Dollhouse: Behind the Broken Mirror, una aventura en primera persona con tintes de survival horror, desarrollada por Indigo Studios, publicada por SOEDESCO y Grindstone, y lanzada en Steam, PS5 y Xbox Series X|S el 28 de marzo de 2025. Un título que intenta busca sumergirnos en una atmósfera decadente combinando exploración, puzles y combate, pero ¿logra esta ambiciosa mezcla ofrecer una experiencia cohesiva y aterradora, o se quedará atrapada en sus propias aspiraciones?

Análisis Dollhouse: Behind The Broken Mirror: Cuando el Terror Psicológico se Rompe en Mil Pedazos

«Entra en la fragmentada mente de Eliza de Moor, una cantante de éxito caída en desgracia, y ahora atrapada en un hospital psiquiátrico tras un colapso en plena actuación. Con la ayuda del Dr. Stern y una medicina experimental, se adentra en una realidad alternativa donde los recuerdos se confunden con lo onírico, y la única salida parece estar al otro lado del espejo roto.»

¿Suena interesante, verdad? Pues agárrate, que lo interesante acaba ahí.

Esta secuela espiritual del Dollhouse original rompe con la linealidad y propone una experiencia narrativa más guiada. Aquí nos ponemos en la piel de Eliza de Moor, una cantante venida a menos, y a más de un brote psicótico, tras derrumbarse durante una actuación. La amnesia y un tratamiento experimental del doctor Stern serán las piezas clave para intentar reconstruir sus recuerdos… o romperse definitivamente por dentro en el proceso.

Behind The Broken Mirror mezcla exploración, resolución de puzles y una mecánica de sigilo/combate ligero contra unas muñecas «espeluznantes» que parecen un cruce entre Annabelle y un desfile de moda de los años 40. Hay una dualidad entre el mundo real y el universo tras el espejo, al que accedemos mediante la droga experimental, ¿Qué puede salir mal con eso?.

Gráficamente atrapado en el pasado

Dollhouse parece salido de una dimensión paralela donde los gráficos de Resident Evil 6 son el estándar. Las proporciones son absurdas, nos sentimos como un titán griego en relación a la altura del techo y las puertas. Los personajes parecen muñecos de cera mirando al infinito, las expresiones faciales no existen. En la primera escena la protagonista se lleva las manos a la cara… y al cambiar de ángulo, sus manos están flotando en el aire. Telequinesis de bajo presupuesto.

El entorno intenta ser opresivo, pero lo que consigue es ser confuso por momentos y, a veces, directamente roto. Texturas mal implementadas y una linterna que ilumina como si miraras por un rollo de papel higiénico.

Puzles sin lógica

Dollhouse pretende que te enfrentes a enigmas y desafíos, pero más que puzles parecen obstáculos aleatorios lanzados por un generador de IA cansada. No hay pistas claras, las interacciones fallan, y en más de una ocasión te quedarás preguntándote si el juego está bugueado o si simplemente no hay lógica detrás.

Muchas veces no sabes ni qué objeto estás usando o por qué no funciona. La mayoría de los objetivos se presentan como una lista de la compra: «ve al sótano», «encuentra el símbolo», «una docena de huevos», y a cruzar los dedos. El mapa, por su parte, es tan inútil que ni Dora la Exploradora podría sacarle partido.

Combate plano

Los enemigos son en su mayoría una colección de muñecas vivientes, payasos con complejo de mimo y otras criaturas que se acercan a ti lentamente, como si tuvieran que fichar en el INEM del horror. Lo curioso es que algunos reaccionan a los disparos… y otros simplemente mueren cual trucha fuera del agua.

Todas las armas son variaciones de pistolas, algunas casi idénticas entre sí. Nos encontraremos pólvora y “líquido reactivo”, y los mezclaremos para fabricar munición como si estuviéramos en una clase de química. Aunque no te preocupes: el juego te da tanta munición que podrías invadir un país. Pero ni falta que hace, porque los enemigos son tan lentos que se pueden confundir con muebles.

Sonido de feria

Eliza, la protagonista, no habla, ni una palabra en todo el juego, ni un oh si cariño, ni un ajamh. Es como si no quisieron pagarle a la actriz de doblaje, se hace muy extraño. Las voces vienen por parte de otros personajes, pero tampoco ayudan demasiado: el Dr. Stern nos suelta su plan de «cura» con una calma sospechosa y luego nos manda a pasear por entornos desconcertantes, con la promesa que andará cerca.

Hay intentos de crear atmósfera con sonidos aleatorios: un cuervo que parece de resaca, pasos que suenan donde no hay nadie, música a todo volumen cuando aparece un enemigo, como si quisieran asustarte a golpe de altavoz más que por tensión, nada acaba de encajar del todo.

Historia confusa

La idea de mezclar recuerdos con realidades alternativas tiene potencial, pero aquí se diluye en un mar de incoherencias. El viaje te lleva de un psiquiátrico a una mansión, de ahí a un parque de atracciones abandonado y luego a un pantano letal. Todo hilado con notas dispersas y conversaciones que insinúan más de lo que explican. No es que sea críptico… es que está mal contado.

Eliza, además de no hablar, tampoco expresa nada, ni miedo, ni confusión, ni dolor, solo existe. Y eso rompe cualquier conexión con el jugador. Las piezas de su pasado se revelan tan lentamente y con tan poca claridad, que cuesta preocuparse por ella o por su destino.

Conclusión:

Prometía ser una vuelta de tuerca al terror psicológico, una pesadilla elegante con muñecas asesinas, una mansión maldita y una protagonista perdida entre recuerdos rotos. Pero lo que nos hemos encontrado es más bien una versión de pesadilla de Dora la exploradora y sin mochila.

Dollhouse: Behind the Broken Mirror: Dollhouse: Behind the Broken Mirror no es un desastre total porque, en el fondo, tenía buenas intenciones. Hay ideas rescatables: el concepto de la mente fragmentada, los escenarios variados, el juego con la realidad y los recuerdos. Pero todo se ve arruinado por un apartado técnico pobre, una narrativa descolorida, enemigos ridículos, puzles sin lógica y una ambientación que intenta asustar a base mas de ruido que de atmósfera. No se si lo pero es que dure poco, que no de miedo, o que no tenga una historia solida, porque tampoco intriga, solo frustra. Más que un viaje psicológico, parece una excursión de jubilados al buffet libre. RobertBill1979

4.5
von 10
2025-04-13T23:53:36+0200

Dollhouse: Behind The Broken Mirror ya está disponible en Steam, PlayStation 5 y Xbox Series X|S, en formatos físico y digital.

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