Mandragora: Whispers of the Witch Tree – Un Soulslike con identidad propia y alma de RPG.
Desarrollado por Primal Game Studio y publicado por Knights Peak, Mandragora: Whispers of the Witch Tree, es un metroidvania ARPG en 2.5D que parece arrancado directamente de un cuento de los Hermanos Grimm. Llegó hoy 17 de abril de 2025 a Steam, Epic Games Store, Xbox, PlayStation y Nintendo Switch. Y tras jugarlo, está claro que este juego no es otro Soulslike más. Hay algo especial en su propuesta, un toque personal que lo convierte en uno de los títulos independientes más prometedores del año.
El cuento oscuro que querrás leer antes de dormir – Análisis Mandragora: Whispers of the Witch Tree
La historia arranca en Crimson City, en el oscuro mundo de Faelduum, un lugar asolado por brechas dimensionales y la tiranía del King Priest. Interpretamos a un Inquisidor que, tras matar por compasión a una bruja torturada, absorbe su energía misteriosamente. En lugar de ser castigado, el protagonista recibe una segunda oportunidad: encontrar a otra bruja, en una investigación que se transformará en algo mucho más complejo y oscuro.
Mandragora se adentra en el territorio de los soulslike con una perspectiva 2.5D, combinando la fórmula clásica de combate exigente y gestión de estamina con mecánicas de RPG, progresión profunda y elementos metroidvania. Pero lejos de imitar sin alma, el juego propone una identidad propia que se manifiesta tanto en su apartado artístico como en su narrativa y sistema de clases. El juego deja ver un guion con personalidad, reforzado por unas ilustraciones bellísimas y voces bien interpretadas, aunque no en español, no podemos tener todo…
Y no es casualidad: el guion principal ha sido escrito por Brian Mitsoda (Vampire: The Masquerade – Bloodlines), y la banda sonora lleva la firma de Christos Antoniou, de la banda de metal sinfónico Septicflesh. Este dúo aporta al juego un tono melancólico y épico que le sienta como un guante, elevando la ambientación por encima de muchos títulos de mayor presupuesto.
Desde el primer minuto, Mandragora te atrapa con su arte pintado a mano, su atmósfera decadente y una banda sonora que parece susurrarte “aquí vas a morir mucho, pero con estilo”. El juego no necesita un tutorial al uso: te lanza al barro y te deja explorar. Y eso, lejos de ser un fallo, es una declaración de intenciones.
A nivel jugable, destaca por su equilibrio entre accesibilidad y profundidad. El combate sigue las bases del género (ataque, esquiva, gestión de estamina), pero se siente más dinámico gracias a unas animaciones trabajadas y un diseño ágil. El combate se disfruta más cuanto más entiendes a los enemigos, que tienen patrones bien marcados y movimientos que permiten anticipar sus ataques. Hay un mérito especial en cómo gestiona la dificultad sin volverse injusto, el juego premia más la precaución que la prisa.
El juego incluye ajustes de dificultad personalizables mediante tres sliders: daño recibido, salud de enemigos y coste de estamina. Una solución elegante para contentar tanto a los puristas como a quienes buscan una experiencia menos exigente sin renunciar al espíritu del juego. Aunque también dependera del personaje que logremos crear durante el trayecto.
El sistema de progresión también añade capas interesantes: se podrá elegir entre seis clases iniciales, cada una con su propio árbol de talentos. Tenemos puntos de experiencia que puedes perder (y recuperar si no te matan antes), una «hoguera» como base de operaciones y un árbol de habilidades que no solo mejora números, sino que cambia tu estilo de juego. Nos basaremos en la recolección de “Esencia”, que nos permite mejorar estadísticas, desbloquear habilidades pasivas y combinar ramas de talentos entre clases para crear builds más personalizadas, aunque empieces débil como una vela en una tormenta, el avance serás palpable.
La estructura del mapa. Aunque no es completamente lineal ni un mundo abierto, ofrece rutas secundarias, secretos ocultos y pequeños rompecabezas que premian la exploración sin frustrarnos. Hay elementos metroidvania sutiles, como paredes rompibles o zonas inaccesibles al principio, que invitan a volver más adelante con nuevas habilidades.
Lo que realmente destaca es su capacidad de evocar el espíritu del descubrimiento. El mundo de Mandragora no se revela fácilmente, ni colma al jugador de recompensas constantes. Cada bifurcación del camino, cada atajo inesperado, encierra una microhistoria esperando ser desenterrada.
Mandragora no tiene prisa, ni te la permite tener. No hay viaje rápido, el backtracking es parte del ADN del juego, y más de uno se frustrará al ver que tiene que recorrer media zona para volver a abrir una puerta. Pero para quienes disfrutan de ese tipo de estructura, es una gozada. El ritmo pausado ayuda a que cada avance se sienta merecido, cada objeto encontrado y cada atajo descubierto, sea motivo de celebración.
No podemos olvidarnos de su diseño artístico, tremendamente bonito si aprecias su estilo, y mas en sus cinemáticas. El 2.5D no es sólo una elección técnica: es parte del alma del juego. Hay capas de profundidad visual que no sólo embellecen, sino que guían sutilmente al jugador.
Mandragora: Whispers of the Witch Tree : En resumen, Mandragora: Whispers of the Witch Tree tiene todos los ingredientes para convertirse en una joya indie. Su enfoque narrativo, su cuidado sistema de progresión, su atmósfera bella y oscura y su solidez técnica lo colocan muy por encima de otros intentos similares. Incluso quienes no son fans del género pueden encontrar aquí una experiencia atractiva y accesible, gracias a su enfoque híbrido entre acción, RPG clásico y aventura con tintes góticos. – RobertBill1979
Mandragora: Whispers of the Witch Tree se lanza el 17 de abril de 2025 en PC (Steam y Epic Games Store), PlayStation 5, Xbox Series X|S y Nintendo Switch a un precio de 39,99 €. Y tras lo visto, no es una simple promesa: es un juego que viene a dejar huella.